Alice Wonder… bueno, lo primero que hace un siempre, evidentemente, es mirar la Wikipedia… sobre todo por confirmar las edades y datos básicos. Realmente eres Alicia Climent. Me ha llamado eso mucho la atención y te voy a decir porqué (aunque en todo momento te voy a llamar Alice, porque entiendo que hablo con Alice).
Que sepas que, en Murcia, desde los años 50, hay una tienda de fotografía súper mítica. Tú eres un poquito más joven, del 98… ¿has llegado a vivir esa emoción de un carrete, de revelar y no saber qué va a pasar?
Sí, lo he llegado a vivir, pero porque estudié un poco de fotografía y de artes prácticas y creativas. Me gusta mucho la fotografía, de hecho, me voy a volver a poner con la analógica, y más o menos controlo lo que viene siendo conceptos como la velocidad, obturador… sí he vivido lo que es revelar una foto y no saber lo que va a pasar, pero soy hija de la generación digital. Ahora no es la misma intensidad que cuando no sabías qué iba a suceder, que tenía mucho rollo.

Estuve en Cartagena (Batel) viéndote y la opinión general de los asistentes es que fue brutal. Da la sensación de que entras al escenario un poco tímida (con sus gafas de sol), “pequeñita” y poco a poco acaparas todo, te haces grande y eres otra persona. Es una especie de catarsis… ¿Cómo vives ese proceso?
Sí, total. Primero entro, conozco el terreno, veo cuál es la onda. Y luego ya me relajo.
Porque además te pensabas que había menos gente…
¡Sí! ¡Pensaba que habría 30 personas y luego estaba prácticamente lleno!
Depende del día también, pero normalmente me hago mi pequeño ritual antes de salir. Intento concentrarme para hacer un buen concierto y confiar en que la gente lo va a escuchar y va a estar conectada conmigo. Cuando me meto dentro y veo esa respuesta del público, supongo que una parte de mí se crece en ese ambiente y ahí es cuando realmente se empieza a conectar.
Yo puedo conocer a una persona de diez veces que es al año y medio cuando empiezo a ser yo. Soy lenta para dejarme conocer, pero en el caso de los conciertos es una especie de sprint. Entras como un animal timidillo, pero luego entras al juego.
Con lo que a veces escuecen tus letras ¿Tú eres consciente de que la gente a veces disfruta llorando, como un desahogo? En tu propio concierto animabas a hacerlo.
(risas)
Pues sí, y se me hace a veces muy raro. Lo que me sucede es que a veces no me acuerdo de mis propias letras hasta que las canto y pienso “joder, ¡es verdad que son un drama!”.
¿Crees que sigue habiendo prejuicios a la hora de hacer esas manifestaciones de sentimientos públicas?
Sí, es cierto. Hay prejuicio porque es muy complicado realmente abrirse en canal, sobre todo cuando quieres hacer una carrera a largo plazo, no solo cuando es menos profesional y sacan dos o tres canciones para liberarse. Pero cuando es un oficio, tienes que medir lo que dices.
También sucede que la gente empatiza, pero tú estás contando una verdad, y es un límite con el que hay que tener cuidado. Más que prejuicio a veces es un poco de “yuyu”.
También te lo preguntaba por que actualmente hay una tendencia de mucha libertad de muchos tipos (creativa, amor…) que se agradece, pero luego también otra más oscura que machaca lo anterior… tiene que ser difícil exponerte, en todos lo sentidos, no solo cantando, como en las redes.
Sí, es como que solo sabes a lo que te enfrentas cuando estás ahí haciéndolo. Y hay que perder el miedo.
En relación a eso, te voy a contar una pequeña anécdota sobre prejuicios. Tengo una niña de 4 años con el pelo muy rizado y se lo tuvimos que cortar. Coincidió a la vez que tú también lo hiciste tras llevar unas larguísimas trenzas, y ella estaba fastidiada porque en el cole la habían llamado “ricitos” (aunque de una manera cariñosa) e intentaba alisarse el pelo ella misma. Justo le mostramos tu imagen de la actuación de Cartagena y se dejó de sentirse mal…
¡Qué fuerte! Siempre me va a hacer ilusión cualquier historia que inspire o ayude de alguna manera con un pequeño acto por mi parte.
¿Para ti es muy importante lo que proyectas con tu imagen física?
Es muy importante. A veces me gustaría salir a cantar y no aparecer, pero no es posible. Este es uno de los trabajos que más te involucra personalmente y físicamente, porque al final la música sale de ti, y eres tú.
Todo esto hay que tenerlo en cuenta, y es un proceso que hay que superar y aceptar también. En mi caso, ya me voy acostumbrando, e intento dar una imagen con la que esté a gusto, y que intente reivindicar ese espíritu de hacer lo que sea, lo que fluya… y jugar. Cuando inspiras a alguien con eso, es un culmen a lo que hago.
Es superespecial, y siempre lo va a ser. Soy el tipo de persona que siempre se va a emocionar.
Hablando del sonido de tu nuevo disco, QSJTLD, pero ¿puede que te sientas más cómoda y hayas encontrado nuevos matices y colores (no sólo por el cambio idioma predominante)?
Totalmente. Es que yo Firekid lo hice con 19 años, con un productor que era la primera vez que trabajaba con él (Ángel Luján). Ahí estábamos los dos verdes, y fue un disco de ponerse a jugar y a ver qué salía.
Llegamos a unos sonidos raros, como combo entre lo que nos gustaba a ambos, siempre con respeto y sabiendo muchas menos cosas técnicas que ahora. Antes no sabía cómo expresarme de esa manera. Algunas canciones surgieron en la propia grabación y fueron montadas en el momento. Era otro rollo, yo estaba todavía jugando en cierta manera, porque no tenía nada profesionalizado el hacer canciones en un estudio.
Llegamos a donde llegamos, y es muy especial, porque es nuestra toma de contacto con este mundo de producción. Ahora me encanta la producción y me involucro mucho en el tema de arreglos, colores, sensaciones… Ángel es también muy friki y perfeccionista como yo, y saca siempre muy buen sonido.
Asilando tu voz, he estado analizando su evolución en las canciones y he visto también cierta evolución y cambios desde Firekid a QSJTLD.
Sí, y es que también me ha crecido la voz. Es un hecho. Cada vez tengo la voz con más profundidad
A eso se le suma que soy mejor con la producción, Ángel también ha ido aprendiendo. Hemos escuchado más música y compongo de una forma más madura y estructurada.
Lo que mola de empezar tan joven es ver cómo las canciones crecen y se enriquecen. De hecho, ya estoy componiendo cosas nuevas que me gustan más incluso que este álbum.
Es una época de jugar con las sonoridades y no tenerle miedo, porque yo creo que mi público va a entender cualquier cambio que haga.
En alguna entrevista tuya anterior que por una parte representas a una generación concreta, joven (de edad), pero que las anteriores también se sienten reflejados en tus letras… ¿Has tocado una fibra universal?
Yo creo que nos parecemos más de lo que creemos (risas). Siempre dividimos entre adultos, jóvenes y ancianos, pero en realidad no existe esa clasificación, porque somos las mismas personas madurando. Y hay una forma de hablar de los sentimientos que no tiene edad.
Son cosas que duelen, molestan, esperanzas… todos nos ilusionamos con algo. Y si no te ilusionas con 30 por amor porque te han tocado el corazón tres meses, lo haces con la cosa más tonta, o tienes ese recuerdo. Todos tenemos historias que nos han marcado, que nos van a marcar o que nos están marcando, y mí me gusta hablar de algo que me ha marcado y sentimientos que se han quedado en mi cuerpo, y recuerdo.
Cuando es sincero con lo que siente, lo dejar salir, y yo lo hago en forma de canciones. Otro lo recoge y lo vuelve a dejar salir, y así va girando… esa es la magia.
Sobre las letras, relacionado con este tema, tengo que reconocer que desde que escuché ¿Quién soy?, estoy un poco obsesionado con la letra y el ritmo. ¿representa la necesidad de mirarse en los demás para descubrirse uno mismo o al revés, mirarte a ti, para reconocerte y enfrentarte al mundo?
Buena pregunta… (se queda pensando). Si me pongo a pensarlo, es un poco todo. Si que es cierto que siempre he sido muy observadora, desde que era niña. Me quedaba mirando escondida cómo se desarrollaban las cosas, observando cómo se generaban conflictos en mi entorno y el porqué de éstos y sus soluciones.
¿Quién soy? es una manera muy naif e inocente de hacerse unas preguntas que en realidad son la base de la mayoría de los conflictos, como estar permanentemente en lucha por saber lo que eres tú para que no te lo quite el otro, defendiéndote, atacando… es psicología humana y juego un poco con el sarcasmo, la broma de me voy a colgar de unos árboles, estoy loca, no sabéis lo que realmente estoy diciendo, pero en realidad tampoco lo podéis juzgar porque todos estamos igual de perdidos.
Tengo ganas de tocarla en directo, con mayor producción, electrónica y luces, en plan locura.

Sin embargo, has dicho que la canción que más te ha costado escribir es Corazón mármol… y ¿Quién soy? Tiene mucha tela…
¿Quién soy? fue un vómito, del tirón. Corazón Mármol también lo fue, pero más que costarme escribirla me costó cantarla cuando la estaba grabando para el disco. No sé qué me dio, pero me puse a cantarla y no podía, porque me ponía a llorar. Tuvimos que repetir varias tomas.
Es una canción que compuse muy poco después de hacer mi primer sold-out en Madrid con mil personas en 2019, donde noté la primera vez que esto podía ir bien y noté muchísima soledad de pronto. Te subes ahí, lo das todo, y tú estás súper agradecida, pero no es “tu gente” y que vayamos a ir luego todos a beber y a debatir.
Es muy guay, porque te entregas. Pero también te quedas muy vacía después de entregar. Sobre todo, ese tipo de música que emociona de esta manera. Te deja un poso largo y también sé que es una carrera de fondo, y que hay que trabajar componiendo y asimilando un proceso psicológico importante. Cuánto mejor va, muchas veces aumenta la sensación de que eres un corazón en una vitrina para observarlo.
Luego superé todo esto, y es una canción que hoy me libera.
Hablando de otra canción de tu disco, Por si apareces, iba a reivindicar la frase de “esta guerra pide paz” como comodín para las peleas o como mantra. Reconozco haberla cantado para romper tensión en una discusión…
¡Total! (risas) Qué maravilla!
¿Por si apareces habla de la necesidad de encontrar la paz en una relación turbulenta?
Bueno, habla de ese tipo de persona de la que está enamorada, pero hay algo que hace que ella no se vuelve en ti, y tú estás dando siempre. Esa persona juega con lo que le das, y te da menos… y todo eso son expectativas, y yo estoy en contra de ese tipo de amor tan tóxico.
Pero si que hay veces que sientes que estas siendo sincera y entregando una parte de ti que crees que la otra persona te va a corresponder igualmente, y te lo da a medias. Ese tipo de juegos son los que muchas veces hacen más daño.
Esta canción habla directamente de esto, y más aún cuando tú estás bien y esta persona quiere volver contigo y tú piensas ¡“ahora te vas a ir a tomar por saco”!
Todos necesitamos un punto de paz, dentro de la locura del mundo. ¿Cuáles son tus conexiones con esa paz?
Sí, tengo suerte, porque tengo a mi gente. Tengo un grupo de amigos muy sólido, a los que amo, que se cuentan con la palma de la mano, pero son de sobra. Y luego tengo a mi madre cerca (que es un súper ejemplo para mí), a mi padre, a mi hermana. Si no los tuviera, no cantaría así, para empezar.
Sobre lugares, tengo mi lugar en la cabeza, porque tengo una capacidad asombrosa para hacer click y desconectar. Mi productor me decía: tu forma de rebeldía es dejar de escucharme. Me quedo como imagen quieta de Skype (risas), pero me quedo escuchando.
También mi casa, que es mi estudio, el sitio donde compongo, es un buen sitio para estar.
Te voy a proponer un pequeño juego. Hemos sacado todas las letras de tus canciones y hemos desfragmentado las palabras para ver cuáles son las más utilizadas.
(risas) ¿Tú, yo, roto…?
¡Ojo! Una de esas es la primera… YO. Pero te voy a decir por orden alfabético las seis palabras que más se repiten para que las intentes ordenar y nos digas qué significan para ti: amor, nosotros, nunca, pero, todo y vida.
- Orden de Alice: Todo, Amor, Pero, Vida, Nosotros, Nunca.
- Orden real: Todo, Pero, Amor, Nunca, Nosotros, Vida.
¡Has acertado como en los deportes, entra el grupo la parte alta de la clasificación y la baja! ¿Nos describes qué significan para ti esos conceptos?
Todo. Soy muy totalista. Además, los drásticos: nunca, todo, siempre… en general, uso mucho, porque tienen un impacto al oírse. Luego en mis relaciones no soy tan dramática, de esa manera, pero es muy eficaz para transmitir a la gente y que se identifique.
Pero. También soy muy yo, siempre tengo un “pero”, para bien o para mal. Veo las dos partes de las cosas.
Siguiendo con los juegos… en una entrevista desde la casa de tus padres, vi que tenéis una colección de vinilos impresionantes. Te propongo que me identifiques cuáles escucharías (de tu colección) en las situaciones que te voy a enumerar:
- Un vinilo para escuchar al despertar y comenzar el día: cualquiera de Nina Simone.
- Un vinilo para versionarlo entero: Bon Iver, de Bon Iver. Me atrevería.
- Un vinilo que te recuerde mucho a tu infancia: Elephunk, de Black Eyed Peas
- Un vinilo para volverte loca y destrozar la casa entera: alguno de los primeros de los Rolling, o el de Paradise City (GNR), alguno de Joan Jett, Marilyn Manson…
- Un vinilo que tengas y te avergüences de tenerlo y que te flipa: creo que no me avergüenzo de nada… uno de Britney Spears, de cuando tenía más potencia y se sentía una diva del mal.
- Un vinilo para irte de viaje sin moverte del sillón: In Rainbows, de Radiohead.
- Un vinilo clásico, reconocido, pero que lo odies y lo lanzarías por el balcón: alguno de El Canto del Loco… con amor, que también tienen temazos…
- Un vinilo que ames y te lo comprarías mil veces: el primer disco de INXS. Es bastante especial
- Un vinilo que crees que encajaría como banda sonora del fin del mundo: alguno de Michael Jackson, por el rollo muy bien hecho, el Groove, o The Cinematric Orchestra, por su epicidad… un fin del mundo dramático.
Hemos comentado al inicio que tienes otras inquietudes artísticas y creativas, como la fotografía, y también sabemos que el dibujo, con las láminas que nos has mostrado con el vinilo de QSJTL.. ¿Tienes previstos desarrollar proyectos con esas disciplinas u otras fuera de la música?
Sí, quiero hacer foto y dirección de vídeo. En la música también quiero mejorar y ampliar en eléctrica, piano, armonía…
¡También con el dibujo quiero hacer murales y pintar en grande… y más cosas que siempre hay! Pero esas son mis prioridades.
Una exclusiva para terminar 😉 Estás también haciendo actuaciones con la gira de Xoel López, de forma intermitente, y el próximo 28 de junio viene a Murcia. ¿te veremos?
¡Sí!
Gracias por la entrevista. Estás haciendo un proyecto muy bonito, y en entrevistas de este tipo de muestras lo que transmites y como haces sentirse a la gente. ¡El 28 te veremos en directo y esperamos volverte a ver pronto!
¡Seguro que sí! Volveremos a vernos. ¡Hasta pronto!