No miento si digo que nos encontramos totalmente embelesados con sus pulidas letras, mecidas con sumo cuidado en una melodías complejas trabajadas con mucho trabajo de artesano: con las manos y con mucho cariño. Cada single lo demuestra, y todavía quedan más a corto plazo hasta completar su primer EP: Safari.
Un proyecto con mucha dedicación, apto para paladares exquisitos, pero con una magia que atrae a cualquier amante de la música de un extenso abanico de estilos.
Podríamos hablar de mil cosas durante mil horas con nuestros invitados, porque sus trayectorias y conocimientos dan para ello y mucho más, pero hoy centramos nuestra divertida e interesante charla Con Evelyn Piñero y Bienve Campoy en su precioso proyecto en conjunto, EVVE.
Evelyn Piñero, periodista y cantautora. Desde hace años participando activamente en la escena desde varias perspectivas, hablando de música en la radio, con maquetas de proyectos anteriores, y tu participación en canción de autor en Creamurcia. Bienve Campoy, guitarrista, unos ochenta años en Noise Box, y sacando perlas flamencas en la actualidad en otro proyecto paralelo…. ¿Cómo surge (“por casualidad”) EVVE?
Evelyn (E): Pues sí, surge por casualidad. Nos conocíamos desde antes, porque Bienve había pasado por la radio alguna vez con Noise Box, y de haber coincido en los locales de ensayo, pero fue cuando yo estaba componiendo y preparando en plena pandemia unos temas para presentar al Creamurcia en 2020 y coincidió que él contactó conmigo para comprarse una tarjeta de sonido y unos auriculares y retomamos. Bienve se ofreció a pegarles una escucha para darme su feedback, lo cual para mí era un honor. Yo estaba, humildemente, en mi casa componiendo temas y él es alguien que lleva mucho tiempo. Ahí empezamos sin ninguna intención, hasta que comenzó a participar un poco más activamente, con arreglos en algunos temas.
Bienve (B): Si no hubiera sido por la pandemia, a lo mejor no hubiera pasado, porque en ese momento teníamos el tiempo. Pasó cuando tenía que pasar.
E: Y después de esos arreglos, pensamos… ¿y si seguimos e intentamos sacar algo juntos? Y fue surgiendo todo de una manera muy natural.
Por cierto, Frecuencia Ever, EVVE.. si que da juego tu nombre!!
B: Tiene un ego que no le cabe en el pecho! (risas)
E: En el caso de Frecuencia Ever, la banda lo propuso porque yo era el nexo. Y nosotros, pues mi nombre empieza por EV, el suyo termina por VE… e hicimos ese juego de palabras, como un efecto espejo y equilibrio, que caracteriza lo que somos.
No os va nada mal… finalistas de Crearte 2022, Mondosonoro, mejor debut en Premios de la Música Región de Murcia, debut en sala de catas y otros eventos notables… ¿Notáis la presión de vuestra propia trayectoria en este proyecto?
E: Bueno, nos podía ir mejor… (risas). En mi caso, ser periodista musical de la escena murciana es mi trabajo. No existe presión, porque no es ningún papel, si no contar nuestra historia.
B: Te garantizo que no la notamos. Es más, tenemos tantas ganas de hacer cosas y que nos llamen de mil sitios que tenemos la sensación de no haber hecho absolutamente nada. Todo ha sido tan rápido que a lo mejor no se han escuchado los suficiente nuestros temas.
E: No sabemos realmente cómo se hace realmente la parte de llegar más. Ahora mismo, conseguir cifras no depende del producto que hagas, si no de que sepas moverlo. No sólo basta con ser músico, si no especialista en marketing. Y nos supera, porque la era digital, aunque te abre un mundo de posibilidades, te supone una carga de trabajo tremenda y te limita en el tiempo para la música.
B: Llega un punto en que es frustrante, porque el 80% del tiempo que quedamos es para planificar y organizar acciones de cualquier tipo, y no para tocar. En los últimos meses hemos tenido pocos ensayos realmente.
El músico de los 80, que sólo se dedicaba a tocar y componer, es cosa del pasado. Hoy en día, tienes que tener ciertas cifras para que, por ejemplo, el mundo de los festivales se fije en ti. Por eso se ha creado una burbuja de compra de seguidores para ello, donde cobran todos menos el músico.

Os definís a vosotros mismos con atributos como una voz íntima, cercanía, acústica, sutil batería, huir de las saturaciones, sensibilidad… Es cierto que todo el conjunto provoca una escena cálida y muy agradable ¿Es modestia, timidez o una terapia frente al ruido?
E: Pues mira, a nosotros en realidad nos gusta bastante el ruido, pero de este proyecto lo que destaca es el equilibrio entre el ruido (trayectoria de Bienve) y la parte más sensible (la mía), lo que cada uno habíamos exprimido por separado en nuestros proyectos.
Ha sido una colisión entre ambos lo que ha desembocado en EVVE, que tiene mucha sensibilidad y delicadeza porque le estamos poniendo mucho cariño, e intentamos expresarlo más allá del sonido, que respira mucho shoegaze y atmósferas superpuestas .
B: Las influencias están ahí, y no podemos evitarlo. A mí, viniendo de un proyecto con tanta tralla como Noise, me apetecían sonidos más melódicos como Travis y otras bandas que siempre he seguido, y eso fue lo que me encantó de ella y lo que yo necesitaba en ese momento.
Podemos tocar algo muy melódico, pero meterle su punto de ruido te permite disfrutarlo estando triste o alegre. Los dos tenemos mucha libertad para traer nuestros estilos, pero siempre hay un punto de encuentro y consenso.
Pero a la vez, hay sonidos y estribillos contundentes. ¿Cuál es el valor añadido de vuestra propuesta?
E: Siendo honestos, no estamos inventando nada. Pero la originalidad del sonido es que no es un pop convencional, ni tampoco indie o alternativo extremo. Tenemos un punto intermedio en el que le podemos gustar a alguien que no conozca The Cure y alguien que le adore, por ejemplo. Tenemos un sonido muy abierto, sin ser demasiado comercial.
Contáis con el talentoso y omnipresente Cobarro en la grabación… ¿él aporta ese sonido shoegaze o lo tenéis asumido desde primer momento?
B: Más bien de los dos (él y yo). Todos los temas fueron pre-maquetados en casa, y le fuimos metiendo sus capas, pero había dos o tres que no terminamos de cuadrar y necesitábamos desatascarlo desde fuera. Y llamamos a Jesús, que es como si fuera una novia para mí (risas): entre el amor y el odio. Y todo fue genial, porque le di las directrices que queríamos y las entendió. Todo iba muy trabajado y él le añadió su grano de arena.
¿Os planteáis en algún momento ampliar la banda?
E: Ojalá. A mí me encantaría, pero el problema son los ingresos. La energía que se crearía en el escenario con un baterista o un bajista en directo… no está pagado.
B: Lo que nos gustaría sería seguir siendo dos, pero ampliar sin compartir ese núcleo de entendimiento que tenemos Eve y yo. Llegar a un entendimiento en algunos puntos de creación es muy difícil, y nosotros eso lo tenemos.
Adicionalmente, como dice Eve, en la actualidad no nos salen las cuentas, así que lo que hemos hecho es trabajar mucho, separando y grabando todas las pistas nosotros y disparar lo que nos interese.
E: Hemos tocado en acústico, pero es verdad que las canciones, al tocarlas tan desnudas, tal y como han quedado con los arreglos y demás, da la sensación que quedan algo débiles, en comparación con esa energía que habíamos conseguido en grabación y producción… por lo que el público ganaría si añadiéramos miembros al directo.
B: También es cierto que, al ser dos, la logística es mucho más fácil (risas).
Para los vídeos (Dices y Farándula), habéis contado con José Antonio Piornos. Cuidáis mucho también la parte visual, repleta de escenas cotidianas y simbolismo que refuerzan la historia. ¿Qué peso tiene para vosotros? ¿Cómo os completa?
E: Lo de Piornos ha sido un regalo, porque es amigo de Bienve, y tenía ganas de embarcarse en un proyecto audiovisual de este tipo. Y ha quedado mejor de lo nos habíamos imaginado (la forma de tratar el color, por ejemplo). Además, se sumaron dos amigos como actores, que tampoco contábamos con ello.
Es importante el hecho de que nosotros no quisiéramos aparecer al principio y que al final encajaran algunas tomas donde sí estamos, y estuviéramos presentes también, porque nosotros queremos que las canciones sean lo que resalte, pero ha quedado genial.
Farándula es un tema muy crítico, que surgió en un momento de rebeldía y análisis sociopolítico durante la pandemia, y sirvió de desahogo y para lanzar algún dardo al aire, porque eso son formas de ser libres.
B: Por otro lado, critica la inmediatez de las redes sociales, le momento del “ya”… Pero es tan fina y poética, que se ve quizás algo edulcorada.
¿Qué significado, además de portada del single, aportan el simbolismo de las dos obras que aparecen en el vídeo?
B: El disco en sí se va a llamar Safari. La unión de todos los temas va a ser algo animal. En el caso de Farándula, queríamos hacer una bandada de pájaros, pero realmente son personas cayendo, lo que es una metáfora de que el mundo se va a la mierda. Todo fue muy casual, porque se rodó en una academia de pintura de Herminio Estrella, y el que pinta es su hijo. Allí encontramos esa obra suya a mitad, y como encajaba tanto con el tema, aprovechamos para grabarlo terminándola mientras él lo escuchaba nuestra canción.
E: En el vídeo se muestra una ventana con su contraventana, por las dos caras. Muestra muchos colores, y al final, la farándula es eso. Queríamos darle a el la libertad de expresarse como quisiera mientras escuchaba la canción.
B: Realmente, tiene mucho simbolismo que se puede buscar: la puerta (mito de la caverna), el sol… es lo maravilloso del arte, no debe ser explicado, sino interpretado por cada uno, como por ejemplo sucede con el amor en las canciones de autores como Charlie García.
De momento, tenemos disponibles tres singles, Dices, sobre una ruptura y un final, Mañana, sobre vivir el presente y cambiar las cosas y Farándula, recién salido del horno… ¿Va a haber continuidad en las canciones o son fotos concretas de paisajes independientes?
E: El disco se llama Safari por un motivo. La segunda parte del nombre realmente sería “emocional”, pero queríamos dejarlo más ambiguo a la interpretación, como decíamos antes. Este disco ha salido de esa época más turbulenta y rocambolesca en gran mayoría. Son como píldoras de sensaciones o sentimientos de esos momentos que hemos vivido durante estos años tan surrealistas.
B: Es como una montaña rusa (rise, fall…). Hay algunos temas más tristes que pueden hablar de la pérdida, por ejemplo, Farándula es más una queja social, otro es sentirte hundido por no entender las cosas, Mañana es un alegato a vivir…
E: Mañana habla del fin del mundo, en realidad (risas)
Hay quien dice que irá mejor sin pensar en mañana… ¿Qué esperáis de todo esto?
E: Creo que el secreto es no esperar.
B: Yo vivo el día a día, el mes que pueda seguir tocando con la gente que estoy a gusto, es un mes regalado.
E: Eso es, queremos disfrutarlo, pero ojalá le llegue a mucha gente. Es bonito pensar que compartes con los demás el sentimiento que expresa una canción, pero tampoco nos obsesionamos con eso.
MINITEST LGE
- Canción para escuchar al despertar y comenzar el día (E): Another Sunny Day, de Belle and Sebastian.
- Disco para versionarlo entero (B): Three Imaginary Boys, de The Cure.
- Canción que te recuerde mucho a tu infancia (E): Siempre la canto, porque tengo un problema con esa serie: Mofli, el último koala.
- Canción para perder el control (B): Common people, de Pulp.
- Canción que te guste y te avergüences de ella (E): cualquier de la Jurado (que eran todas de Manuel Alejandro).
- Canción para irte de viaje sin moverte del sillón (B): por los recuerdos, el Crazy o el Crying, de Aerosmith.
- Clásico que odies (B): Smoke on the water, de Deep Purple, por hartazgo de oído, o Chiquilla de NMPQLC. (E): Sarandonga en las bodas, el Chiquilla me encanta (risas).
- Canción que ames y escucharías en bucle toda la vida (E): The Blower´s Daughter, de Damien Rice; o Roads de Portishead, pero una versión que tienen en directo (Live at Roseland NY).
- Banda sonora del fin del mundo (B): podría valer el tema de Evve, No te vayas. (E): New born, de Muse
- Bonus LGE KIDS: una canción para abrazar fuerte a mamá (E): Una de Roberto Carlos, que las escuchaba en bucle cuando yo era pequeña. Vengo de la cultura del karaoke. (B): Supongo que me pasa igual con alguien como Ray Conniff o alguna de la época más bailable de los Beatles.