Hablamos con Luis Alberto Segura, alma mater de L.A. a la salida del estudio (donde si no), antes de salir de viaje hacia Murcia, donde presentó anoche la gira aniversario de Heavenly Hell, su mítico disco que cumplió 10 años en su reedición (hoy cumple).
L.A., 14 años de Heavenly Hell, disco clave en la música independiente, ¿Cómo se siente y suena tocarlo de nuevo tantos años después?
Se podría decir que es un cúmulo de emociones muy locas. Desde que sacamos la reedición, donde estuve unos cuantos meses en el estudio rebuscando en las grabaciones originales y todo lo que quedó colgando que no salió, está siendo, ya más de un año, bastante removedor.
No ha pasado realmente mucho tiempo si lo miras con perspectiva, pero sí que han pasado muchas cosas (hemos viajado, sacado discos, entrevistas, parones…). Han sido años de posicionarnos en lugares muy diferentes para volver otra vez al punto de partida, que es este disco, y se ve todo de otra forma.
Ahora mismo estoy reviviendo emociones que teníamos en 2009, cuando lo presentamos en directo por primera vez, pero tocar ahora canciones como Stop the clocks a día de hoy hace que se tome todo con una perspectiva tremenda, donde entran muchas cosas, como gente con la letra tatuada, historias de todo tipo donde la gente te hace partícipe de todos esos momentos donde este disco ha estado detrás como música de fondo, como banda sonora de sus vidas.
Cuando lo tocas en directo, y ves las caras de la gente y la emoción con la que cantan las canciones, es una sensación muy extraña. Todo lo que ha pasado estos años queda casi en un segundo plano, porque esas canciones que hice yo sin otra intención que autoeditarlas (era mi cuarto disco autoeditado), lo cogió una multinacional y nos cambió la vida totalmente, e hizo que la gente viviera esas canciones de una forma intensa. Pasó de ser mi disco a ser de todos.
¿En qué habéis cambiado en todo este tiempo como banda?
Lo primero es que ya no somos los mismos que en la primera gira. Siguen Ángel Cubero en el bajo y Pep Mulet en la guitarra, pero el batería, Dimas, entró en 2011. Además, también hemos cambiado en muchas cosas, ya no solo todo lo que hemos girado y vivido, sino también como personas. Pasamos de ser cuatro chavales casi solteros, sin nada más que tocar, a ser cuatro tíos casados con siete niños en el local de ensayo. Al final, eso también te hace cambiar la perspectiva de valores, de actuación y de todo. Luego finalmente subes al escenario, te olvidas de todo y eres tú pegando saltos, pero sí que hemos cambiado.
¿Y habéis notado cómo ha cambiado el mundo de la música a vuestro alrededor?
Por supuesto. Yo, como motor del proyecto y el que está inmerso en esto 24/7, te diré que lo he padecido y lo sigo padeciendo. Intento estar al día y seguir haciendo cosas, innovando, intentando ofrecer algo que sea acorde a los tiempos que corren, dentro de mis posibilidades, sin impostar y siendo honesto y coherente con lo que me gusta y sé hacer. Pero ha cambiado la industria, la perspectiva del público, redes sociales… Es todo fugaz.
¿Es todo más difícil para una banda consolidada como vosotros ahora?
Absolutamente. Si nosotros íbamos a 70km/hora, ahora todo va a 130km/hora. Nuestra visión es de un tren pasando muy rápido y tenemos que entrar en marcha. Y no sólo eso, sino que tenemos que entrar en el vagón adecuado, algo que es muy jodido. Porque además, pasan cientos de vagones por hora.
Imagínate las posibilidades de dar en el clavo con algo, por eso siempre apelamos a nuestros fans de toda la vida, intentando sacar el hueco que ya te has hecho, y no ir mucho más allá porque hay otro artistas intentándolo y haciéndolo más fuerte que tú en los suyos, más jóvenes y con más habilidades en los medios actuales. Es más fácil que te toque la lotería a que esto suceda.
Y ya hablando del concepto de disco, cuando lo has grabado en enero y lo sacas en septiembre, posiblemente ya esté caducado. Puede que te digan que eso ya no triunfa, porque otro tío lo ha grabado él solo en su habitación, desde el móvil y lo ha subido a su youtube antes que tu lo sacaras. Sin discográficas, sin agente, sin management… y lo está petando.
Los que seguimos haciendo música y metiendo cien personas en una sala, es para que nos hagan un monumento (risas).
¿Estáis dónde pensabais que ibais a estar hace diez años?
La verdad es que no, pero por una sencilla razón. Hace diez años no pensaba en diez años vista. Cuando yo era pequeño no me planteé nada más allá de hacer música y ser una estrella del rock. Subirme a un escenario y cantar mis canciones con mi guitarra, era mi sueño. Quería ser Paul McCartney o George Harrison, no Superman o Batman. Esa es la perspectiva más larga que he tenido en mi vida. Eso ya lo he tenido. No he sido una estrella del rock, pero sí he subido a cantar mis canciones con todo el público cantándolas, lo cual es maravilloso.
Por eso, hace diez años pensaba en la semana siguiente. Si teníamos un viaje a México, pensaba en ese viaje a México, o en vender más tickets para un bolo que no se estaba vendiendo bien, o en una entrevista para una revista al mes siguiente… Sería muy bonito decirte que estoy más allá de lo que me imaginaba, pero es que no me imaginaba nada. Todo lo que he hecho es un puto regalo.
Y ahora que eres padre… ¿Dónde te ves en otros diez años?
Si te digo la verdad, ahora empiezo a pensar en un plan, porque en el 2020 pensaba realmente que todo había acabado y que no me iba a subir a un escenario nunca más. Con la pandemia, como muchos artistas, vi muy cerca el fin y me asusté.
He trabajado de mil cosas pero no tengo un currículum que me avale en una empresa… Yo firmé a los treinta contrato con Universal, pero antes solamente hice “curretes” de supervivencia, a los que tendría que volver si mañana dejo de subirme a un escenario. Como tengo tres chavales y tengo que pagar facturas, sí que me viene el miedo cuando pienso en el futuro.
¡Esperemos que dentro de diez años haya otra gira aniversario! ¿Qué traerá L.A. cuando termine esta gira?
Pues llevo currando desde mayo en material nuevo, que quiero sacar cuanto antes. Sigo intentando sacar espacios para sacar a mi música de caza, por lo que la intención inminente para el año que viene es sacar ese material, hacer que la gente lo escuche y volver a subirme a los escenarios. No puedo dejar pasar más tiempo, porque esto va muy rápido.
¿Te atreves a probarte en directo con algo de lo nuevo o no?
Por ahora no, porque quiero cerrar este año con Heavenly Hell al 100% porque esta es la gira de aniversario de ese disco, entero, con sus extras que la gente espera escuchar. Todo lo nuevo vendrá en la siguiente temporada.
