Desde que Nikki García pasó por La Gramola Encendida han sido muchas las veces que me he colado por Spotify para escucharla, o, mejor dicho, disfrutarla. We’ve got Something es uno de los discos más destacados de 2017 ¿por qué? Es muy Fácil.
La madrileña nos sumerge en un mundo etéreo, con sutiles sintetizadores arrastrados por unas de las voces liricas más importantes del momento (el comienzo de Run away podrías ser perfecta para encabezar la OST de la película Drive)
Con la canción que da nombre al disco We’ve got Something no sentimos abrazados, arropados a cada silaba, nos seduce y oprime delicadamente convirtiéndonos en una pequeña mota de polvo en el aire que se deshace en pleno amanecer. Una nana a la vida, a las pequeñas cosas que forman un todo de cada uno de nosotros.
Bases muy volátiles, nos transportan a paisajes de luz y viento, donde el piano nos eleva unos centímetros del suelo para rendirnos definitivamente ante esta atmosfera de amor. Es el caso de Monster, que nos muestra la belleza escondida tras las notas de un piano sutil y elegante donde la base de electro pop queda adormilada tras las notas de su voz. Pero la canción que ha sonado en la gramola Encendida con más constancia y que nos ha despertado todas las emociones en nuestro cerebro convirtiendo la mañana en algo especial ha sido Rebeling, sentimos que podemos abrazar nuestros miedos dejando a un lado las preocupaciones para gritar y seguir cambiando las reglas.
Podemos dejar claro que el primer disco de Nikki García es una catapulta al firmamento. Nos quedamos con las ganas de que We’ve got Something sea solo el principio, que muy pronto nos devuelva el corazón que nos ha arrancado de las entrañas.
Gracias Nikki García.
Gracias a la Gramola por seguir descubriendonos un nuevo mundo en el universo musical. Nikki García ha sido una revelación.